miércoles, 19 de agosto de 2015

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Los Isleños blancos de las Islas Caimán fundaron varios establecimientos en Coxen Hole comenzando en 1830 y extendiéndose a otros lugares en Roatán, Utila, Sta. Elena, Morat y Barbareta. Los esclavos liberados de las Islas Caimán los siguieron por tiempo después.
Gran Bretaña a la mitad del siglo anexó a las Islas de la Bahía como una colonia. Sin embargo, los Estados Unidos ayudaron a forzar a los británicos para que cedieran las Islas de la Bahía a Honduras.

Desde mediados de los años 1800, agricultores comerciales de frutas en Utila y Roatán exportaron bananas, plátanos y cocos a los Estados Unidos. En 1877, un huracán en septiembre junto con la competencia de Honduras decimaron la industria frutera por varias décadas. En el nuevo siglo, las exportaciones de fruta aumentaron. Las figuras en 1912 demuestran $303,282 ganados de exportación frutal lo que equivale a 5% de la economía nacional de exportación de Honduras.

La navegación es la que tradicionalmente ha proveído la mayor parte de los ingresos para los isleños, una realidad que persiste hoy en día. La falta de agricultura de subsistencia y la presencia de pulperica o tienditas en cada pueblo indica la dependencia de los ingresos de los marinos mercaderes y pescadores para comprar comida.

Varios inmigrantes del continente han aprovechado los trabajos en la industria pesquera y la industria turística rápidamente creciendo. Esta llegada de los nuevos inmigrantes aumenta la diversidad del paisaje ya rico en cultura. La historia bilingüe de las Islas de la Bahía y sus tradiciones variadas se reflejan en todos los aspectos de la cultura, desde las escuelas bilingües hasta la gran variedad de iglesias y negocios comerciales.





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